Aprendiendo a Soltar

Como-aprender-a-dejar-ir-a-las-personas

Creo que dejar ir a una persona, es la forma más hermosa de amar a alguien. Implica soltar tu egoísmo y desear la felicidad de la otra persona, antes que la tuya.

Yo soy nueva en esto de soltar. He leído que se debe de hacer con mucho amor. Sin enojos, sin rencores, sin esperar nada a cambio, pero sobre todo sin esperar que regrese.

Esa típica frase de si tienes un amor déjalo ir, si regresa es tuyo, si no lo hace es que nunca lo fue, creo que es una trampa.

No sueltas a nadie, esperando que regrese, porque entonces no lo estás haciendo por amor, lo estás haciendo para probarlo, lo estás haciendo para que vea “de lo que se perdió” y a final de cuentas es una manera hipócrita de disfrazar un acto tan hermoso y desinteresado.

Difícil es tomar la decisión de decirlo, pero lo verdaderamente complicado viene después, cuando te atormenta el pasado con los mejores recuerdos (claro, porque los peores o los momentos más difíciles…inexplicablemente no los puedes recordar o se vuelven borrosos de alguna forma), esos momentos juntos, andar bajo la lluvia por las noches, dormir abrazados, reñir por cosas tontas, las mascotas que cuidaron juntos, los momentos difíciles en que no se separaron uno del otro por más que la tormenta los azotara, las fiestas, los amigos que conocieron juntos (difícil estar en el lugar del amigo que prácticamente tiene que escoger bando), las pláticas interminables a altas horas de la madrugada, el primer beso por las mañanas, hacer el super juntos, las reuniones familiares, los cumpleaños, qué decir de las navidades, estar ahí en las enfermedades, estar ahí en las malas cuando todo parece que se derrumba, tomar el baño juntos, en fin…una serie de cosas que sólo se van recopilando con los años.

Tanto aprendizaje que hicieron juntos, no tiene comparación con nada. Y sin embargo, debes de ser fuerte y reaccionar ante el sufrimiento que le causa a la persona “de repente” el estar contigo. Porque yo no dudaría de que la otra parte sienta amor, digo, finalmente sigue ahí, ¿no?, pero si está confundido, si está sufriendo, si evita tu mirada para no ver tus ojos llenos de amor, si empieza a mentir para protegerte de sí mismo, si hablar contigo ya no le aliviana, si uno ya intentó de todo por recuperarlo, por hacerle ver que juntos podrían contra una dificultad más, si ya intentaste por todos los medios acercarte, demostrarle lo mucho que le importas, si estás enmendando los errores que pudiste haber cometido, si estás comprometido a hacer un cambio para bien en tu personalidad y estás trabajando duro por ello, si le llenas de detalles, si no te importa intentarlo de nuevo una vez más, entonces soltarlo, se vuelve la mejor y única manera de decir “Te amo” más que nada en el mundo. Te amo tanto que ya no quiero que sufras. Te amo demasiado y por eso deseo que seas feliz, aunque tu felicidad no la provea yo, aunque tu felicidad sea con alguien más. Mi amor por ti es tan grande, que aunque te deje ir sentimentalmente, voy a estar ahí cuando lo necesites.

Y entonces la tarea difícil continúa, porque es entonces donde tienes que aceptar.

Que todo eso que pasó entre los dos es historia y que ahora estará escribiendo una nueva historia con alguien más. Aunque te duela tanto, aunque quieras gritarle ¡No es para ti!….aunque quieras abrirle el pensamiento y decirle: no te va a dar todo lo que yo te dí, no te va a amar incondicionalmente como yo lo hago!, no te cuidará, no te hará reír como yo, no va a apoyar tus decisiones, se está aprovechando de tu vulnerabilidad, es de corazón negro, abre los ojos, ve la realidad!, eres una recompensa, un trofeo que está ganando en una competencia estúpida en la que no tuve la oportunidad de ser partícipe, una persona que te puede manipular como quiera, es la salida fácil a los problemas que estás pasando ahorita en casa, vas a sufrir más! ¿Por qué soy la única persona  que lo ve? Esa es la parte difícil. Separarte emocionalmente, aceptar y poner buena cara, sonreír y decir: es tú decisión, no me corresponde inmiscuirme en ella y seguir hablando como si nada.

Pero no hay que dejarnos llevar ­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­por la depresión tanto tiempo. Bueno, es difícil decirlo cuando estás metida en ella, es sano de hecho, hasta cierto punto, vivir tu duelo, pero he tenido varias experiencias y sé que de todo se sale y que todos los cambios son buenos.

Lo que yo he estado haciendo es que cuando viene un recuerdo doloroso, inmediatamente pienso en mí, en todo lo que pasé, traigo a mi mente los últimos momentos tan llenos de desengaños y sé que fue la decisión correcta, pienso en que lo voy a superar y que voy a estar muy bien, porque realmente nada me falta, tengo los medios económicos y logísticos para buscar ayuda, tengo salud y mucho ánimo de trabajar en lo que pasa.

Pienso en que estoy trabajando mi persona y que seguramente algo muchísimo mejor me está esperando. Lo veo como una oportunidad de darle el giro que yo quiera a mi vida, de seguir construyendo mi vida adulta, de cuidarme, de amarme, respetarme y de estar abierta a lo que venga, de no repetir los mismos errores y de crecer mucho! Pienso que no tardará en llegar el día en el que volveré a dormir tranquilamente, en el que disfrutaré de mi día, porque de hecho, he visto algunos atisbos de esos cambios.

Además no lo estoy haciendo sola, tengo un ejército de amigos respaldándome, una familia maravillosa preocupada por mí, llevo una fabulosa terapia, netflix, una gorda que me suplica que la dibuje, un trabajo maravilloso que me da la oportunidad de crear, muchas metas en la vida, el deseo de formar mi Ohana con aquella persona que esté disponible para dar y recibir todo eso bueno que hay en nosotros, entre muchas otras cosas más.

Gracias por estar ahí I.A.N, P.L.R, I.I.H.M, L.A.A, C.A.R, I.B.S.A, J.M.S.C., D.B.M.L, E.C, C.O.D.A, L.E.A, P.F, G.G.S, D.I.O.S, V.A, A.I.R.A, R.A, L.V  y muchas más que sería imposible nombrar. Vamos para arriba, no hay de otra. Ánimo

2 comentarios en “Aprendiendo a Soltar

  1. Hace un año exactamente, tuve una pequeña discusión con mi mejor amiga… Fue un detalle, un malentendido… una tontería; luego vino el desastre, se alejó de mí, dejó de hablarme y comenzó a juntarse con otras personas. Aún lloro cuando recuerdo todo lo que pasamos, todos los buenos momentos, los bellos recuerdos y de verdad que intento dejarla ir, soltarla, pero me cuesta. Hubieron unos meses muy difíciles depués de esa discusión, yo lloraba todo el tiempo y a ella la veía feliz, publicaba cosas diciendo que estaba pasando momentos felices con sus nuevos amigos, subía fotos con ellos y mientras, depués de que me dijera mil veces que siempre estaríamos juntas como hermanas, me ignoraba, era como si yo no existiera, como si estuviera en un plano distinto al de ella… Me concentré en mis cosas, pero todo el tiempo estaba triste, todo me hacía llorar: una palabra, una canción, un recuerdo… Me esforcé mucho, hice de todo porque volvieramos a estar bien, hasta que decidí dejar la situación por lo sano, aunque no muy convencida de que fuera lo mejor… Y entonces pasó algo sorprendente, ella comenzó a buscarme otra vez, luego comenzó a bromear, pero aún así, nada es como antes y sé que nunca lo será. Sé que yo ya no soy la persona importante que era para ella, que soy prescindible… Hay momentos en que renuevo la esperanza de que quizá, con el tiempo y esfuerzo, todo sea como en un principio, que podamos platicar hasta muy tarde, que vuelva a sentarse a mi lado, saber que ella cuenta conmigo y yo con ella, que somos las hermanas que juramos ser y no simples compañeras de escuela; luego recuerdo todo el dolor, todo el llanto, la desesperación, su indiferencia, los actos que realizaba sin detenerse a pensar en cuanto estaba lastimándome y dudo, dudo si de verdad quiero tener otra oportunidad para esa amistad… Perdón que me extendiera tanto, pero este escrito, aunque no va dirigido a una relación de amistad, me tocó las más profundas fibras y recordé muchas cosas, tenía ganas de platicarlo, de sacarlo y por fin terminar con este duelo, aunque sé que aún me falta para llegar a la verdadera aceptación.

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    • Muy sincero tu comentario, me tocó el corazoncito. Que pena no haberlo visto antes, porque me hubiera sentido menos sola en ese camino que me tocó emprender para vivir mi duelo. Te confieso que soy algo novata en esto de los blog y ni cuenta me di hasta apenas que voy aprendiendo. Yo creo que si es difícil recobrar la confianza, pero no imposible. De hecho creo que las cosas no tienen porqué volver a ser igual, pueden ser mucho mejor, más maduras porque ya se aprendió de los errores, eso sì, mientras el sentimiento siga intacto, si no es así, pues es mejor seguir tu curso y como tu dices concluir el duelo y aceptar. Muchas gracias por pasarte por acá!, te mando un caluroso abrazo y me gustaría mucho saber como van las cosas. Saludos!

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