¡Hola, 2016!

Yo mera

Otro año que se va. Otro año que empieza, nuevas metas, más oportunidades, nuevas experiencias y esa emocionante sensación de un nuevo comienzo. Borrón y cuenta nueva.

“Ahora sí voy a bajar de peso”, “Este año salgo, aunque sea en rifa”, “Ya no voy a ser tan grosera”.

Propósitos que vienen y propósitos que van. Será que para mi, éstas fechas siempre han sido algo vagas, ya que no solemos celebrar mucho en familia (sólo algo sencillo, un abrazo y a la cama), lo cierto es que los tradicionales “propósitos de año nuevo” que vienen con las uvas y las 12 campanadas, hasta apenas lo viví éste año y para que les digo que no si, si, pues me hice de unos propósitos. La verdad es que ni los conté y desde luego tampoco lo hice al compás del repique campanario, ya que de lo contrario estaría muerta por asfixia con una uva atravesada en el pescuezo.

De hecho, éstos propósitos vinieron semanas antes de año nuevo, justo cuando pensaba en todo lo que me había regalado el 2015. Fue un año incierto para mi, con una carga emocional muy fuerte.

La verdad es que viví de todo y no podría decir si se me fue muy rápido o muy lento.

Hubo ocasiones en que me despertaba con un dolor inmenso en el pecho, me dolía respirar, me detenía a media calle sin fuerzas en las piernas, derrotada por completo. Esos momentos me parecieron eternos. Y no me refiero tanto a las decepciones amorosas, éste año lidié con enfermedades, visité lugares en los que no creí que iba a poner un pie y menos por las razones que me llevaron ahí. Tuve que abandonar lo que yo consideraba en ese entonces mi hogar, dejar personas atrás, dejar una mascota en manos de un futuro incierto, asumir deudas, ir a trabajar deshecha, lidiar con pequeños fantasmas familiares del pasado, enfrentarme a retos laborales, asumir responsabilidades.

Sí, en momentos me desesperé y reclamé: ¡¿Hasta cuándo se va a acabar?!.

Y la respuesta llegó. No cuando yo quise. Simplemente se manifestó. De repente termina el año y me doy cuenta de todo el crecimiento que iba acompañado de esos momentos difíciles, las experiencias que viví, me han hecho crecer como persona, me hicieron tener un poco de autoestima para levantar la mano y decir: Nunca más. Tenía que estar en crisis, para voltear a mi alrededor y ver el caos que yo solita había creado a mi alrededor y empezar a poner un poco de orden, paso a pasito, poco a poquito.

Esas “injusticias”, como le llamaba yo, fueron una llamada de atención para despertar de aquel letargo y buscar ayuda y ayudarme yo. Este año, puedo decir con mucho gusto y placer (no quiero ser pretenciosa) que estoy delimitando las bases de mi vida adulta, que he crecido, que reafirmé lazos con mi padre, con mi familia, que estoy disfrutando a mi hermana, que me cayó de perlas la soltería, que me siento libre, me siento plena, me siento muy alegre, puedo decir que recobré el sentarme a mitad del camino, respirar y sonreír, que volví a retomar mi pasión por dibujar, por crear, por diseñar, puedo decir con mucho gusto que los amigos que tengo, han sido la mejor elección de mi vida, que nada es casualidad y que cada día que pasa me siento muy agradecida por todas las bendiciones que recibo día con día.

Y claro, inesperadamente, cierro el año con broche de oro, con la llegada de un adorable complemento, que vino a aderezar esto que ya venía sintiendo, con quien me sigo sintiendo libre, con quien comparto muchas cosas en común, con quien río a morir, quien me inspira a viajar, a superarme y a quien espero no azorar con mi forma de ser.

Fue un gran año, una vez más, la vida me enseña que hay veces en que necesitas una gran sacudida para generar cambios, para aprender y para encaminarte en la única cosa para la que venimos a este mundo: a ser felices. Estoy muy agradecida con todo. Este año que pasó, es un impulso para poder cumplir las metas de éste otro año que comienza. Para mí, se resumirá a realizar un viaje fuera del país, dibujar más, para impulsar “Diálogos de una Gorda”, conocerme más, para poder dar lo mejor de mí y no cometer los mismos errores, aprender a amar de la forma correcta, convivir más con mi familia y tener un fondo de ahorro, para darle más estabilidad a mi vida, estudiar inglés, asi como  algo que nutra mi carrera como diseñadora e incorporar comida más saludable a mi diario comer.

Les deseo un gran año y por aquí nos vamos a seguir saludando.

Collage

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s